Ellen von Unwerth fue modelo en los años 70 y 80. Era muy nerviosa y jovial y en las sesiones siempre quería moverse y jugar, hacer cosas divertidas, pero los fotógrafos siempre le pedían que se estuviera quieta y le decían lo que tenía que hacer.
Su novio, que por aquel entonces era fotógrafo, le regaló una cámara, y aunque no tenía conocimientos de técnica, resultó tener un talento especial para la fotografía, con todo su espíritu juvenil y juguetón volcado en sus fotos.
Pronto empezó a expresar sus opiniones en las sesiones hasta que dejaron de llamarla. Pero como fotógrafa… no le podían parar los pies!
La informalidad y naturalidad que tanto le gusta, sumado a su particular visión el mundo femenino es lo que crea esa bomba explosiva que hace que su galería hipnotice. Sus mujeres se muestran frágiles pero manipuladoras. Fuertes, seguras, divertidas, con mucha personalidad y toneladas de erotismo. El erotismo femenino visto por una mujer.
2 comentarios:
Muy buena la historia de esta chica, eso nos enseña que no siempre tenemos que ser personas serias para trabajar profesionalmente. :D Saludos
Siii y también la de vueltas que puede dar la vida.
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